Hoy en día todo el mundo cree que puede ser un buen profesor de inglés pero yo pienso que en muchos casos no reúnen las cualidades que un maestro de verdad debe tener.
Me refiero a tres conceptos muy claros: conocimiento, experiencia y empatía.
¿Qué diferencia a un buen profesor de Inglés de uno malo?
1- Conocimiento
Parece obvio, pero hay muchos profesores y coaches ahí fuera que no tienen los conocimientos necesarios para enseñar el idioma de una manera efectiva. Sólo tienes que echar un vistazo a los colegios bilingües.
Con esto no quiero decir que la mayoría no tenga el nivel necesario, pero sí que es cierto que de todos los profesores que empezaron este curso en colegios bilingües, un alto porcentaje de ellos no tenían el B1 (ni le certificado ni el nivel) hace 4 meses.
Por suerte en Stirling School contamos con un grupo de teachers que están sobradamente preparados para afrontar todo tipo de reto.
2- Experiencia
La valía de un buen profesor de Inglés no sólo radica en su conocimiento en sí, sino en tener la experiencia suficiente para saber a qué tipo de alumno se está enfrentando. Cuando llevas años en este sector te das cuenta de que los perfiles de alumnos se repiten una y otra vez.
Un maestro experimentado podrá identificar qué tipo de alumno tiene delante. Puede ser una persona a la que no le guste nada el Inglés y que por eso no consiga sus frutos o quizá se trate del alumno que quiere avanzar lo más rápido posible como si de una carrera de velocidad se tratase.
El profesor tiene que tener la empatía y la psicología suficiente como para entender que a veces el problema del alumno no es que el camino esté lleno de baches y piedras, sino que el estudiante no tenga ni idea de dónde está el camino.
Menos mal que nuestros profesores están curtidos en mil batallas y no existe el alumno que pueda sorprenderles.
Créeme, por muy difícil que sea tu caso, confía. Este equipo sabe bien lo que hace.
No puedo dejar de encontrar semejanzas entre esta situación y la del chico que se topó con Florentino Pérez y le dijo ‘Presi ¡ficha a Mbappé!’ Y obtuvo un ‘tranquilo’ como respuesta.
Nosotros somos Florentino y tú eres ese chico.
3- Empatía
El tercer pilar básico que diferencia a un buen profesor de uno malo es su capacidad para identificarse con el alumno, entender cuáles son sus circunstancias y ayudarle a vislumbrar cómo sacar el máximo partido a su formación.
No somos robots, somos personas que se esforzarán en comprenderte.
No sé porqué estoy haciendo tantos símiles futbolísticos hoy, pero recuerdo una vez que Guardiola dijo algo así como:
‘Hay jugadores que para sacarles el máximo rendimiento simplemente tienes que decirles lo que hacen mal. Otros a los que tienes que decírselo, pero en privado. A otros directamente tienes que llevarlos a cenar a un restaurante con varias estrellas Michelín’
Entender qué necesitas decirle a un alumno para que de lo mejor de sí mismo es un arte, una habilidad que hay que cultivar y en la que nosotros estamos increíblemente fuertes.
Del mismo modo hay alumnos a los que no les puedes decir directamente que hacen algo mal pues su confianza se desploma. Es en estos casos en los que tienes que sacar la pizarra, trazar la estrategia y literalmente, hacerle el lío a tu alumno.
Un buen profesor de Inglés ha de ser tan buen estratega como Napoleón
¿Sabes? Yo era un pésimo estudiante de Física y no sentía motivación alguna por mejorar.
Un día, un profesor llamado Paco Melón me dijo ‘Elías, no te esfuerces porque nunca vas a aprobar. Ni lo intentes, no tienes el talento necesario.’
Quizá otro alumno se habría derrumbado, pero el viejo Paco sabía bien que yo no me rendiría y que trataría de hacer que se comiera sus palabras. Sólo por puro orgullo.
Así fue, estudié como nunca antes y cuando me dio la nota y me dijo que había aprobado me alegré, pero no fue hasta años después que me di cuenta de lo que Paco había hecho. Había tocado una tecla que no estaba entre las teclas que habitualmente toca un instructor.
Un gran estratega, a la altura de los mejores sin duda.
En conclusión: el conocimiento no es nada sin experiencia, que a su vez no sirve para nada sin empatía.
Así que si estás buscando un curso que tenga un profesor que pueda dejar huella en ti como Paco lo hizo en mí, estás de suerte.
En Stirling tenemos un montón de Pacos que saben exactamente qué tienen que decirte para que muestres tu mejor versión.